Los escenarios lúdicos son espacios diseñados con sencillos y diversos elementos para la “acción-transformación” por parte de los niños y de las niñas. No son sólo un lugar para jugar, sino también un espacio de aprendizaje significativo. El primer beneficio que tiene el escenario lúdico es su versatilidad, además están diseñados con objetos sencillos pero llamativos, y que, en su mayoría, son elementos comunes a la vida del niño y/o de la niña, pero dispuestos de una manera diferente, lo cual le permitirá un nuevo recorrido del lugar y un nuevo uso del recurso basándose en la “acción-transformación” por parte del pequeño y/o de la pequeña, lo cual le permite “habitar” el lugar de una manera significativa.
La instalación artística, (espacio simbólico de juego y transformación) posibilita la implicación corporal de los niños y de las niñas, iniciándolos/as en la construcción de identidad y en la apropiación del espacio, tomando como punto de referencia la imaginación, articulando -en lo cotidiano- las ideas y las emociones. Los materiales utilizados llenan más o menos el espacio y los/as espectadores/as son invitados/as a moverse alrededor de la obra o a interactuar con ella.
De esta manera, dichos/as espectadores/as forman parte de la obra en ese preciso momento haciendo que cada instalación sea única.
